Al fin ha llegado este momento, por el que llevamos trabajando casi un año, la apertura de nuestra propia clínica dental infantil «Ávila Bobillo Clínica Dental».

No podemos estar más contentos. Es nuestro sueño. Y se está cumpliendo tal y como lo habíamos imaginado. Podréis pensar que es sólo un negocio, una clínica dental más, pero nada más lejos de la realidad.

Tras muchos años trabajando para otros, te planteas si esa es la forma en la que quieres ejercer tu profesión, si esa es la forma ideal en la que te gustaría que tratasen a tu hijo, si no existe alguna otra manera en la que poder ayudar más a tus pacientes.

Y después de darle un millón de vueltas llegas a la conclusión de que la odontología no es sólo hacer empastes. Sino que puedes prevenir que aparezcan caries. Puedes hacer un seguimiento desde edades tempranas para evitar tratamientos más agresivos. En definitiva, puedes hacer mucho más por tus pacientes. Otro tipo de odontología es posible.

Y un día recibes ese pequeño empujoncito que te faltaba y te lanzas a la piscina. Sin dudarlo. Te pones a ello y trabajas como nunca antes lo habías hecho. Sólo así consigues hacer realidad tus sueños. Y es en ese momento en el que entiendes la frase de Confucio:

«elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida».

Sin apenas darnos cuenta nos encontramos ya con todo nuestro proyecto creado y listo para funcionar. Parece que todos estos meses –que no han sido pocos- han pasado en un abrir y cerrar de ojos. Nos invaden las dudas y los miedos previos a la apertura. Pero aquí estamos, dispuestos a haceros llegar el mensaje de que otro tipo de odontología es posible.

Espero que vengáis a conocernos y podáis comprobarlo in situ.

No nos podemos despedir sin antes agradecer a nuestras familias todo el apoyo brindado, sin el cual habría sido prácticamente imposible llevar a cabo nuestra idea, nuestro sueño. GRACIAS. Especialmente a José Antonio Fernández. Hermano, cuñado, amigo, arquitecto , apoyo incondicional e infinitas cosas más. Gracias por todas tus horas de trabajo, horas de llamadas y horas de quebraderos de cabeza.

¡¡GRACIAS!!

Laura y Jorge